Llevo tiempo con el “run run” de explorar nuevas vertientes cinegéticas, de conocer otras modalidades, ampliar horizontes y el primer paso, será probar la caza de jabalí en batida.
Si bien no hay nada cerrado, ya tengo cuadrilla para la temporada que viene y aunque todavía me faltan cosas, como hacerme de un rifle, tengo toda la ilusión del mundo por empezar.
De modo que, a las clásicas experiencias de menor que ya comparto contigo desde el blog, añadiré las vivencias de esas futuras jornadas de caza de jabalí en batida.
¡Espero que te gusten tanto las unas, como las otras!
Índice de contenidos
De menor a mayor, la inquietud de explorar
Llevo tiempo enclavado en la caza de la sorda, por ahí empecé y ahí me quedé.
Y muy feliz, que quede claro.
Pero a medida que me voy metiendo más de lleno en este mundo de la venatoria, mi propia inquietud me pide satisfacer curiosidades, abrir horizontes, probar otras cosas y hacer más amplio mi conocimiento cinegético.
Y el jabalí o en este caso, la caza de jabalí en batida, que es la modalidad más tradicional y recurrente en mi tierra, satisface mi interés más inmediato.
Además lo voy a hacer en compañía de un par de amigos, miembros ya de la cuadrilla en cuestión, lo que me facilita el aprendizaje y la puesta en escena de una modalidad sobre la que me quedan muchísimas cosas que descubrir.
Hasta ahora, solo he probado la caza del corzo en batida
Hasta ahora, mis incursiones en la caza mayor se pueden contar con los dedos de una mano y te sobrarían cuatro de ellos.
Es decir, mi experiencia se reduce a una única vez, hace ya muchos años y con el corzo como presa principal.
Me aburrí amargamente y quizás esto es lo que me ha impedido volver a cuestionarme la siguiente oportunidad.
Pero también es cierto que acudí como recurso de última hora para completar el cupo de la cuadrilla, sin poner mucho interés por mi parte y además, me colocaron en el primer sitio que pillaron, un tanto escondido, sin posibilidad de ver la cacería y como tampoco tenía emisora…
Las horas allí sentado, chupando frío, pasaban a ritmo de caracol cojo.
Espero que ahora sea diferente
Estoy convencido de que ahora será diferente, por varias razones.
Mi madurez personal y cinegética es mayor. Ahora veo y aprecio cosas que antes pasaba por alto, que son importantes y forman parte de la esencia de la caza.
De hecho, hoy día soy un cazador completamente distinto de aquel que empezó empuñando una paralela AYA detrás de las becadas.
Supongo que la experiencia y las muchas horas de monte, son las que te cambian la perspectiva y te hacen valorar las cosas de otra forma.
Además, siempre me ha gustado el ambiente de la caza de jabalí en batida.
A diferencia de la soledad que rodea al sordero, las cuadrillas trabajan en equipo, impera el compadreo, las risas, los buenos momentos…
Y es algo que valoro.
Sin perder de vista el atractivo de meter carne de jabalí en el arcón… ¡Mi favorita!
Rifle, munición, emisora… Muchas cosas que decidir
El jabalí y la sorda son especies diametralmente opuestas, que también requieren accesorios y complementos diferentes.
Rifle, mira, munición, emisora e incluso cambia el tipo de ropa, pues el frío que no pasas cazando la becada, si debes tenerlo en cuenta sentado en un puesto fijo.
De momento, solo tengo la licencia pertinente, ya que aproveché la última revista de armas para sacármela.
A partir de aquí, empezaré por decidir el tipo de rifle que me voy a comprar.
¿300?… ¿30-06?… Consejos, e incluso presiones, ya he recibido alguna que otra…😉
Lo único que tengo claro es que será de cerrojo, esto es impepinable y de segunda mano.
Hasta ahora, como te comenté en aquel post sobre las mejores escopetas para la becada, siempre he utilizado armas heredadas o adquiridas en el mercado de ocasión y me ha ido fenomenal.
En cuanto al resto, me dejaré asesorar, por lo que si te animas a darme algún consejillo, bienvenido sea…
Empezaré por la caza de jabalí en batida y después, ya veremos…
Aún queda tiempo para mi debut jabalinero, pero debo reconocer que estoy ansioso.
Me resulta atractiva y me supone un gran aliciente, la oportunidad de introducirme en la Caza Mayor, aprender y disfrutar de nuevas vivencias con especies que, hasta ahora, solo he podido «cazar» en reportajes.
Pero no creo que la cosa se quede ahí.
Es probable que esa inquietud de la que hablaba anteriormente me anime a curiosear otras modalidades venatorias.
No sé, ya veremos, pero por ejemplo el rececho, es una disciplina que siempre me ha causado interés.
Eso si, becadero hasta la muerte
En cualquier caso, fui, soy y seguiré siendo becadero, en cuerpo y alma, hasta el fin de mis días.
Esto no lo cambia nada que pueda experimentar, pues si hay algo que alimenta mis sueños constantemente, es volver al monte con mis setters a medirnos una y otra vez con ese ave al que tanto respeto y admiración le profeso: la enigmática becada.
¡Un abrazo y al monte!
Seguro que tienes algún consejo que ofrecerme y estoy deseando escucharlo, por lo que te animo a que dejes un comentario en el formulario.
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.