Al hilo de unos vídeos con lances de caza en la Media Veda que subí la temporada pasada a mi canal, hubo quién me escribió para preguntarme cómo reconocer una codorniz con pollos y de ese modo evitar lo que ninguno de nosotros desea, descabezar una familia cuando gran parte de sus integrantes aún no se valen por sí mismos.
Si, ya sé qué falta demasiado para la desveda de codorniz, pero quién va a negar que ya tenemos centrado instinto y pensamientos sobre ella, de modo que ahí van unos consejos sencillos para saber cómo reconocer una codorniz con pollos y separar el dedo del gatillo o al menos, intuirlo.
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¿Cómo reconocer una codorniz con pollos?
Ser cazador implica desarrollar nuestra actividad de forma ética y responsable, quizá por eso me da tanta rabia encontrar algún que otro escopetero sin escrúpulos, pegándole fuego a todo lo que corre o vuela, renegando del daño que puede causar.
Porque entiendo la caza desde el instinto, pero también desde el aplomo y la inteligencia, cualidades esenciales que nos deben conducir a influir de forma respetuosa con la especie.
Siempre he tratado de proyectar el valor y la importancia de cazar a través del perro, asi como de levantar la escopeta cuando algo nos genera dudas y este sería el primer y gran consejo que te puedo obsequiar…
Si percibes un comportamiento extraño en la codorniz, algo inusual, que te chirría, sencillamente, tira de templanza y no resuelvas el lance.
No tendrás que tirarte de los pelos si estabas en lo cierto y en el peor de los casos, tampoco se va a marchar mucho más allá de unos centenares de metros, lo que te brindará la oportunidad de un nuevo acecho.
Consejos para reconocer una codorniz con crías
Las especies salvajes y en general los animales, están lejos de ser una ciencia exacta, por lo que su comportamiento puede ser tremendamente peculiar y diferenciado en función del ejemplar.
Sin embargo, hay pautas comunes o habituales, que de cumplirse, nos pueden llevar a intuir lo que viene detrás y que por lo tanto, merece la pena conocer para estar preparados y no causar un daño innecesario.
Vamos con esos consejos para saber cómo reconocer una codorniz con pollos y por qué no, como siempre, te invito a que los amplíes con tu experiencia.
Codorniz que vuela corto o en “modo campana”
Seguramente es el primero que a todos nos viene a la cabeza, porque además es común en otras muchas especies.
Esa codorniz que se levanta delante del perro y que en lugar de intentar fugarse más allá de nuestro alcance, realiza un “vuelo tipo campana” o simplemente, se tira unos metros más adelante volviendo a quedar “a nuestra disposición”.
En ocasiones incluso puede parecer que esté herida.
Y lo que pretende es precisamente eso, llamar nuestra atención y alejarnos de su progenie, sobre manera cuando esta tiene solo unos pocos días de vida y probablemente ni siquiera sean capaces de levantar el vuelo.
Se trata de una conducta sencilla de identificar, especialmente si no eres ansioso a la hora de resolver el lance y tienes la costumbre de dejar volar al pájaro, porque la fuerza y velocidad del bote suele ser más liviana de lo normal.
Codorniz que bota más lenta, pero se marcha más lejos…
Otra regla que nos puede permitir reconocer e identificar la situación es la de esa codorniz que, sin abrazar su tradicional fuerza y rapidez en el bote, si que se despega de nosotros y al contrario que en el escenario anterior, tiende a buscar un refugio más lejano.
Del mismo modo, suele ser indicativo de que algo quiere esconder y por supuesto, lo que procura es alejarnos de esa zona, tratando de salvaguardar a sus pollos.
En estos casos, los pollos suelen ser algo más grandes y no es extraño que segundos después, los veas escapar de forma aleatoria y en distintas direcciones.
Codorniz que vuela con un característico “cri, cri, cri…”
Si tienes experiencia en la caza de la codorniz, seguro que te es familiar ese característico “prriiii” que emite cuando se arranca en vuelo tras la muestra del perro.
Sin embargo, cuando tiene pollos, suele agregar a su tradicional sonido una especie de “cri, cri, cri” que acompaña su escapada y que en esencia, no es más un efecto llamada o aviso a sus crías, para que se aguanten, para que se queden ahí y no delaten su presencia.
El problema es que no siempre lo hace al salir, en ocasiones lo emite en pleno vuelo y esto nos complica la decisión.
Perro más “nervioso” en la muestra
Esto no es un consejo general para saber cómo reconocer una codorniz con pollos, sino un ejemplo más explícito de la actitud de mis propios perros, especialmente de Figo, que quién sabe, a lo mejor también te puede servir.
En este caso, cuando Figo se queda a muestra de una codorniz, suele hacerlo bloqueando fijamente al pájaro en una postura muy reconocible del estándar de la raza.
Sin embargo, cuando la emanación incluye la presencia de pollos, me he fijado que su actitud es más “nerviosa”, menos firme e incluso, hay momentos en que lo ves mirando hacia abajo y moviendo sensiblemente la cabeza de un lado hacia otro, como si estuviese viendo a los pollitos corretear por debajo del lombío.
En esos casos no me hace falta esperar a valorar el comportamiento de la madre, ya sé que acaba de encontrar una pollada y que sus activos, tienen muy pocos días de vida.
La pausa, la gran aliada para saber cómo reconocer una codorniz con pollos
Como te decía, esto no son matemáticas y por extensión, nada de lo descrito anteriormente responde a una ciencia exacta.
A veces no tenemos forma de detectar esa pollada que aguarda tras el vuelo de su madre, porque sale fuerte, porque sale lejos y porque no hace ruido.
Pero si hay algo que suele facilitar la decisión es la pausa y tomarse unos segundos antes de apretar el gatillo.
Personalmente me gusta recrearme con el vuelo del pájaro, dejarlo despegarse, seguirlo y apuntarlo unos segundos antes de disparar y esa actitud me ha permitido advertir la presencia de pollos antes de ejecutar el lance.
De paso, poniéndola en práctica, minimizas los riesgos de accidentar a tus perros e incluso es posible que mejores el ratio de aciertos, porque sigo pensando que en un porcentaje alto, cuando el cazador está apretando por tercera ocasión el gatillo de su repetidora, es cuando realmente debería plantearse hacerlo por primera vez…
¡Un abrazo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.