Padecemos una sociedad que cada vez está más alejada de sus orígenes, de lo natural, de sus propias raíces, de lo que nos ha acompañado hasta donde estamos ahora.
Una sociedad que con frecuencia persigue objetivos sin valorar en su justa medida las consecuencias que pueden generar la consecución de los mismos.
Una sociedad que, en líneas generales, pretende abrazar un mundo color de rosa que es literalmente insostenible y surrealista.
Las asociaciones veganas, sin ir más lejos, han crecido como las setas en estos últimos años.
Con un discurso feroz y una postura criminalista hacia todo aquel que no sigue su doctrina.
Pero realmente, ¿Han pensado en el trasfondo de lo que proponen?.
¿Somos conscientes de las consecuencias de ser vegano?
Índice de contenidos
Reflexiones sobre las consecuencias de ser vegano.
El veganismo es una más de esas modas, o sectas como yo las llamo, que junto a ecologistas y animalistas, pretenden diseñar un nuevo mundo, edulcorado a base de jazmín y dejando de lado todo lo que entienden por feo.
Ya no solo es una cuestión de caza si, o caza no.
El punto de mira del vegano es mucho más amplio e implica a ganaderos, taurinos, apicultores y un largo etcétera de sectores relacionados con el mundo animal.
Que triste ver como toda esa gente que se gana la vida dándonos de comer, ahora es agasajada con insultos y amenazas
Derraman una doctrina que han convertido en una especie de dogma de fe en el que no caben alternativas, llegando a un punto totalitarista y extralimitándose a su felicidad para tratar de coartar la del resto de la sociedad.
Esa felicidad que les genera sus creencias, porque quizás necesitan creer en algo para sentirse mejor.
Incluso alguno es posible que se imagine alcanzando el paraíso gracias a su nuevo estigma.
Sin embargo, el problema de los veganos, valga la redundancia, es que no se han parado a pensar en las consecuencias de ser vegano, así de simple.
Una de las muchas consecuencias de ser vegano
Como decía al principio, cuando persigues un objetivo sin pararte a pensar en los resultados, estás dejando al azar las consecuencias que con ello generes.
En este sentido, hagamos el ejercicio de imaginar que toda la sociedad empieza a consumir únicamente productos de carácter vegetal…
¿Qué hacemos con vacas, cerdos, gallinas, ovejas, burros…?
A mí me encanta sentarme a verlos, pero…
¿Saben los veganos en realidad lo que implica mantener todas estas especies de forma altruista?
Y no hablo solamente de los muchos kilos de forraje que come diariamente una vaca, sino del coste de los tratamientos sanitarios que requiere, las ayudas veterinarias en los partos o quien va poner el suelo que necesitan para ser estabuladas…
Alguno dirá que podemos dejarlas en libertad, que merecen disfrutar de ella tanto como nosotros.
¿Si miramos todos hacia el veganismo, quién se va a hacer cargo de vacas, cerdos y ovejas… Su desaparición es un mal menor dentro del amor y respeto que todo vegano profesa hacia ellos?
Pero merece la pena resaltar que para que una vaca tenga garantizado su sustento y bienestar, en invierno, al menos la mayoría razas, requieren de un refugio y claro, alguien que las eche de comer.
Y en verano, para que brote un buen pastizal, hay que abonar el suelo, limpiar las zarzas que se multiplican invadiendo su alimento…
Es decir, dinero y gestión.
¿Quién se va a encargar de ello por amor al arte?
Otra opción es dejarlas libres en el monte para que engorden bien y proliferen los lobos, entre otros depredadores.
En cualquier caso, su destino final, es la desaparición.
Hace unos días planteé esta misma cuestión de un foro de Facebook y se quedó sin respuesta.
Y sinceramente, me gustaría conocer su opinión y entender si estas consecuencias de ser vegano son admisibles y encajan dentro de su doctrina de amor y respeto hacia los animales.
A la carga contra los sectores más tradicionales
Hemos llegado a un punto en que en el ganadero, un sector de gran tradición, otrora muy respetado, y que no perdamos de vista, se gana la vida dándonos de comer a los demás, ha pasado a ser un asesino al que debemos sepultar.
Cada vez es más frecuente ver ganaderos amenazados o insultados, a los que se les desea hasta la muerte por el simple hecho de defender sus derechos y reclamar una gestión más óptima de la fauna para minimizar los daños que causa en sus animales.
¿De verdad este es el mundo que el vegano quiere crear?.
Si volvemos a imaginarnos ese mundo de alimentación vegetal en exclusiva…
¿Cómo gestionamos los efectos negativos, en una economía ya muy tocada, de prescindir de los miles y miles de puestos de trabajo que genera el sector primario y todos los derivados del animal?.
¿También lo definimos como un mal menor y lo admitimos como una más de las consecuencias de ser vegano aceptables?.
Y claro, luego está la caza
Nosotros, como cazadores, somos el objetivo prioritario de animalistas y veganos.
Al menos, estos últimos son un poco más coherentes, porque siguen estando contra de la caza, pero no comen carne.
Algo que siempre me ha resultado curioso son esos animalistas de postín, que nos ponen a parir por cazar un venado o un jabalí y después se frotan las manos delante de un buen chuletón o disfrutando de una pata de jamón ibérico.
Pero esa coherencia no les concede una razón que ellos exigen sin paliativos.
Y además, por triste que parezca, no hay escenario de conciliación posible, ni forma de intercambiar opiniones, sin que medie algún insulto o amenaza.
En unos casos, tienen tan interiorizada la doctrina que les inculca quien los maneja, que son incapaces de razonar.
Se limitan a tirar de tópico, sin pararse a pensar en lo que dicen o intentar conocer aquello que critican.
Ojo con alterar las reglas establecidas porque después podemos lamentar las consecuencias del logro.
Y luego están las élites, los que guían a las sectas, oportunistas y demagogos, que aprovechan el más mínimo recurso, como la muerte de un crío de 13 años, para dotar de fortaleza a su argumento, nuevamente, sin pensar en las consecuencias de ser vegano. Porque probablemente, no les interesan.
Seguramente no les interesa entender que el veganismo contribuye de forma nefasta al desaprovechamiento de recursos.
Que obliga a dar la vuelta al mundo con cargamentos de fármacos nutricionales y soja transgénica, que luego ha de ser procesada, con el coste químico y energético que ello supone.
El vegano además, requiere de suplementos alimenticios, lo que supone otro despilfarro de energía, química, plásticos, logística…
Por no hablar de las carencias que puede mostrar un niño, una embarazada o perfiles que necesitan una dieta mucho más completa, como las personas de avanzada edad, al no ingerir proteínas o grasas animales.
Pensemos en las consecuencias de ser vegano y recapacitemos
Las consecuencias de ser vegano son mucho más extensas de lo que yo me he esforzado en resaltar desde este artículo.
Hay términos como conservación, biología, economía, sostenibilidad, alimentación o ecología, entre otros muchos, que deberían ser tenidos muy en cuenta.
Y por extensión, hay científicos y profesionales especializados en cada una de estas disciplinas a los que merece la pena escuchar.
Somos mamíferos omnívoros y esta característica forma parte de nuestra condición, origen y evolución.
El ser humano siempre ha “dominado la naturaleza”, desde la parte más alta de la cadena alimenticia.
Somos mamíferos omnívoros y esta característica forma parte de nuestra condición, origen y evolución.
Por lo tanto, ojo con alterar algunas de las reglas establecidas, porque después es muy posible que tengamos que sufrir las consecuencias.
Sin perder de vista lo absurdo que supone discutir sobre la idoneidad de una dieta u otra, cuando gran parte de la población mundial se muere de hambre.
Siéntete libre de ampliar el contenido del post con tu experiencia y opinión.
Y ya sabes… Si te ha gustado el post, no te olvides de compartirlo más abajo.
¡Salud y buena caza!

Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.
Buenas de nuevo,
A pesar de que este post tiene un tiempecillo, me gustaría dar mi opinión y mi punto de vista.
Primero de todo decirte que tu blog en sí me encanta como tantos otros, (entre ellos el de cazandoenlaoscuridad de LOBACO), y agradecerte que los escribas dando tu punto de vista e informando de por medio.
Aunque hay otros posts que mencionas este mundo donde todo es el “bien”, te voy a dar mi opinión sobre esta gente que vive en el mundo de color de rosa, como tú mismo mencionas al principio del artículo.
Aquellos que dicen que, a nosotros, los cazadores nos gusta matar o como dicen ellos: asesinar a animales por placer. Deberían entender la naturaleza. Si te acuerdas el otro día ya le dije a la usuaria “Lys” como funciona la naturaleza, aunque no me respondió.
Yéndome a la anterior frase: deberían entender la naturaleza. Me gustaría y hablando en voz de todos, nos gustaría a aquella gente que vive, entiende y convive con la naturaleza que las personas que viven en la ciudad y en la más profunda ignorancia, que entiendan el mundo real y no el suyo, su mundo Disney.
Los derechos, el bien, el mal, la maldad, la crueldad, todo está creado por el humano. “Defendamos los derechos de los animales” dicen unos. Y cogiendo la parte del bien y el mal, aquellos que dicen que nos gusta matar por placer, yo me pregunto: ¿es malo matar (cazar) por placer? (ojo, no matar/asesinar). Me gusta cazar para después comérmelo, ¿qué tiene de malo que me gusté eso? es nuestro instinto predador, como ya conté en su momento.
Para acabar me gustaría decirte que esto nunca lo llegaran a entender esta gente manipulada por el fanatismo, totalitarismo y radicalismo.
Y solo quería compartirte mi punto de vista en este complicado ámbito del falso animalismo.
Un saludo y como diría el Jefe Seattle:
“Somos parte de la tierra y la tierra es parte de nosotros”.
Hola Sioux,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. El problema es que no pueden entender lo que no conocen y jamás conocerán, mientras no abandonen su confortable cheslonge para salir al campo y aprender de él sobre el terreno.
Por otro lado, no me parece mal que haya quien decida volverse vegano, es una elección personal totalmente respetable. Pero también se debe respetar el criterio de quienes comemos carne y es ahí donde radica el problema. Porque no solo no lo hacen, sino que, con frecuencia, tenemos que sufrir sus insultos y amenazas.
Gracias por tus palabras y por comentar el post.
¡Un abrazo y al monte!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, nosotros respetamos a las veganos, pero que ellos nos respeten a nosotros.
Un saludo!
Buenas noches, acabo de descubrir el blog y no sé ni cuánto tiempo tendrá este post, pero no me ha dejado indiferente. La caza, la agricultura, la ganadería… Son temas de los que intento entender el coste, pero categorizarlas en buenas o malas a estas alturas ya me resulta imposible. Digamos que hay buenas prácticas y malas prácticas, y la realidad suele ser más bien gris.
Según a quién le preguntes el veganismo salvará el mundo de nosotros mismos o te dirá que probablemente tendrá más impacto medioambiental que una dieta en la que la carne provenga exclusivamente del pastoreo. Luego están los partidarios de criar insectos, pero no sé cómo encajarían en este sistema, e incluso la locura de desarrollar mucho más las piscifactorías en el mar a ver si consiguen que rente alimentar así a los humanos. Y aquí entramos en terreno peligroso, ¿quién tiene razón y sobre todo cómo puede saberse que tiene razón, si cada cual te muestra el mundo sesgado como quiere?
Siendo sincera discrepo bastante con el contenido de tu artículo,
pero puedo llegar a entenderlo.
Buenos días Aurora, en primer lugar, muchas gracias por comentar.
Independientemente de la antigüedad del post, análisis como el tuyo, desde el respeto y en el objetivo de dar continuidad a un debate de forma sana, siempre son bien recibidos.
Lo que pretende reflejar el post, entre otras cosas, es la diferencia de consideración entre unos y otros.
Al cazador, al ganadero o al pescador, ni le va, ni le viene la elección del vegano de seguir una dieta concreta y basada en sus ideales personales. Sencillamente, la respeta.
El vegano, por el contrario, se esfuerza diariamente en cargar contra aquel que no percibe sus ideales del mismo modo o que no sigue sus mismas doctrinas. Y en este punto, tenemos un claro desencuentro, pues su postura me recuerda en exceso a momentos funestos de la historia en que unos pocos trataban de marcar el devenir de todos los demás.
No me gusta (Aunque no lo entienda), hay que prohibirlo.
Vivimos una etapa en que no interesa consumir carne o, al menos, que no la produzcan ganaderos nacionales y se promueven mensajes orientados a culpar al ganado de la contaminación y el cambio climático… Personalmente, después de haber vivido varios años en Madrid y observar diariamente la boina que lo rodea, me parece un mensaje de poco calado.
Pero estoy de acuerdo contigo en lo de buenas y malas prácticas. Siempre hay hábitos que erradicar y cosas que mejorar. Muchas cosas se podrían hacer mejor y ahí es donde debemos poner el foco, pero no en eliminar un sector primario que trabaja con animales por pura vocación y que se encarga de darnos de comer al resto.
Soy una persona que ama lo natural y que no quiere tener que alimentarse de elaborados, ni enchufarse B12 en pastillas a diario, ni comer pescado de piscifactoría, etc.
Soy de huerta, de carne silvestre, de huevos caseros, de pesca, de caza y de otras muchas cosas sencillas que yo mismo me proveo y del mismo modo, trato de minimizar la compra de aquellos productos de dudosa procedencia o que han sufrido todos los procesos habidos y por haber en el objetivo de aumentar su productividad, sin prestar atención a su calidad.
Me gusta la ciencia y tengo claro que la evolución y en lo que ha llegado a convertirse el ser humano, tiene mucho que ver su alimentación.
Pero para mí es aún más sencillo… Dejemos espacio para que cada cual se alimente de la forma que considere oportuna: omnívoros, carnívoros, vegetarianos, veganos… Y seamos felices con nuestra elección.
¡Un saludo!
Buenas Tardes, Acabo de leer su artículo y deseo dar mi opinión
En primer lugar con respecto a que los veganos planteamos ideales no me parece la manera correcta de llamarlo, así como la definición que le está dando, ya que nosotros no planteamos doctrinas, aquellas que si no las cumples eres ferozmente reprochado, tampoco pretendemos crear un mundo color de rosa, ni alejarnos de nuestras raíces, al contrario pretendemos preservarlo, nuestra causa no es eliminar puestos de trabajo, sin embargo, lo que deben entender es que los animales viven CON nosotros, no PARA nosotros, ellos no tienen el deber de alimentarnos, nosotros tenemos los recursos naturales necesarios para poder vivir, sin necesidad del consumo de carnes, y si al erradicarlo muchos pierden su puesto de trabajo, porque encapsularla en un hecho catastrófico, puede conseguir otro trabajo, otro que no esté manchado de sangre, al mencionar eso estaríamos comparandolo con los asesinos a sueldo, las empresas ilegales o los asaltantes, ellos también perderían su puesto de trabajo, pero son oficios que en sí deben ser erradicados, es que sólo nos ponemos a pensar en nuestro bienestar sin pensar en el resto de seres vivos que habitan en nuestro planeta, NOSOTROS NO SOMOS EL CENTRO DEL UNIVERSO, HAY QUE ENTENDERLO, y no evolucionamos sólo gracias a la carne, mucho antes nuestros antepasados, se alimentaban de sólo verduras que nosotros mismos cosechabamos, y no sólo eso también eramos canívales, entonces porque querer seguir con esa misma dieta, porque no cambiarla, el consumo de carnes fue una alimentación inculcada, pero no es tarde para cambiar esto, sólo piensenlo no sean tan egoístas, ellos también sufren, antes era normal la esclavitud, pero ahora cambió, entonces porque no podemos mejorar, LA GENTE QUE NO QUIERE CAMBIAR, SÓLO PONE EXCUSAS, PORQUE ASÍ SE LES ES MÁS FÁCIL, NO HAGAN LO MISMO, CAMBIEN PARA MEJOR…….