Quizás por ser escenario de mi debut codornicero o por lo bien que nos acogieron en el pueblo, lo cierto es que Báscones de Ojeda ocupa un lugar de privilegio entre mis recuerdos cinegéticos. Un coto de codorniz en Palencia Norte que, durante tres temporadas consecutivas, me permitió empezar a descubrir los secretos de la pequeña africana.
Y ahora que ha terminado la general, cuando tan solo nos resta algún que otro encuentro con las becadas de contrapasa, inevitablemente vuelvo a centrar la mirada hacia esos campos de cereal, en tierras de Castilla, en la codorniz y en su desveda, que presumiblemente nos espera en Agosto.
Y afloran los recuerdos…
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Báscones de Ojeda, mi primer coto de codorniz en Palencia Norte.
En realidad no han pasado tantos años, ocho mal contados, pero al ojear cada una de las fotos tengo la sensación de proyectarme mucho más allá, como si el rápido caminar del tiempo hubiese hecho un alto para descansar.
Sin embargo, recuerdo a la perfección los días previos a la apertura, cargados de ilusión y nervios a partes iguales.
Antes de elegir Báscones de Ojeda, divagué entre varias opciones, como Villabermudo o La Vid de Ojeda, este último, considerado un gran coto de codorniz en Palencia Norte.
Pero las referencias de algún amigo cazador y la confianza que me generó Alfonso, quien por entonces era el Presidente del Coto, me ayudaron a inclinar la balanza sobre Báscones.
Y supongo que no me equivoqué.
Al menos no me quedó esa sensación.
Y desde luego, el primer año disfruté al máximo.
Características del Coto de caza Báscones de Ojeda
En aproximadamente 2.400 hectáreas de tierras, en las que predomina el centeno, destacan dos vegas bastante hermosas y varios páramos.
En sus límites colinda con Congosto de Valdavia, otro escenario de gran tradición codornicera, Revilla de Collazos, Payo, Buenavista, La Puebla o Micieces.
Se trata de un coto con bastante agua, en el que todavía quedaban varios bandos de perdiz salvaje, además de codorniz, torcaz, corzo, jabalí…
Incluso algo de becada en la invernada, a pesar de que su orografía y cubierta vegetal, no es especialmente querenciosa para este tipo de especie.
Cacé en Báscones de Ojeda aquella temporada y las dos siguientes, con resultados muy dispares entre unas campañas y otras.
Tiempo suficiente para conocer el coto en profundidad, aprender sus recovecos y lograr extraer el máximo rendimiento de un cazadero algo especial, pues no necesariamente la primera semana de veda era la mejor en cuanto a densidad de pájaros.
Coto de caza Báscones de Ojeda: Las vegas
De inicio, y prácticamente la primera temporada al completo, me incliné por las vegas.
Quizás porque había menos gente y no tenía que estar tan pendiente de las escopetas adyacentes, quizás porque había mucho agua y los perros podían refrescarse con frecuencia…
No lo sé… El caso es que allí me bauticé en esto de la caza de codorniz y después me costó cambiar.
La vega del pueblo es la más grande y productiva, con diferencia.
La otra, la que limita con Revilla de Collazos, aún siendo menos codornicera, me ofreció un número aceptable de lances en cada ocasión en que la visité.
Pero ambas presentan un paisaje muy similar.
Tierras de pequeñas dimensiones, mucha variedad de rastrojo (centeno, trigo, avena, cebada, etc.), grandes y pobladas acequias, ríos en alguno de sus vértices, algún que otro hierbazal, perdidos, zonas de girasol.
Años atrás no debían ser muy frecuentadas por cazadores, ya que en esos tiempos prevalecían los sembrados de patata y maíz, pero en determinado momento cambió la dinámica y pasaron a ser una opción más que interesante dentro del coto.
Coto de caza Báscones de Ojeda: Páramos
Este coto de codorniz en Palencia Norte tiene varios páramos.
El mejor de ellos, y sin duda el espacio más codornicero del cazadero, es el que discurre entre el puesto 2 y el 4 (Al final del post te he dejado el mapa que me dieron nada más hacerme socio).
Una amplia extensión de rastrojo de centeno, con buenos linderos y bastante agua.
De hecho, ahí es donde también se concentra el mayor número de cazadores.
La primera temporada me embebí tanto en las vegas que prácticamente no pisé ninguno de los páramos.
Pero a partir del segundo año, cansado ya de rescatar codornices entre las acequias y los girasoles, los frecuenté mucho más.
El Indiviso y el puesto 4 del páramo, son con diferencia las zonas más codorniceras de este coto de codorniz en Palencia Norte
Terminé conociendo al detalle cada uno de los páramos y me aficioné especialmente a una zona en concreto, que llaman el Indiviso, entre el puesto 3 y el 4.
Muy atractiva para cazar y con varias pozas y fuentes que garantizan el necesario refresco de los canes, además de favorecer la presencia de las coturnas.
Al otro lado del pueblo, pegando con Revilla y Buenavista, hay otro páramo mucho menos codornicero, pero al estar muy poco concurrido, las pocas veces que vas, siempre terminas encontrando algo con lo que entretenerte.
Y luego está la zona del puesto 2 al 3, en el que he tenido mañanas de todos los colores.
Tiene una orografía más irregular, tierras intercaladas de pequeños y jóvenes pinares, bastantes pozos…
Una buena opción como alternativa, cuando decides cambiar de zona.
Coto de codorniz en Palencia Norte: Aspectos positivos
Más allá del romanticismo de mis recuerdos, por lo que significó Báscones de Ojeda para mí, las sensaciones que me quedaron, incluso poniéndolas en perspectiva tantos años después, fueron muy buenas.
Si me preguntas, te diré que es un buen coto para cazar la codorniz, o al menos, lo era.
Prácticamente no tiene carreteras que lo crucen, por lo que es muy cómodo de andar.
Está bastante poblado de arroyos, fuentes, ríos y pozos, lo que garantiza agua, con todo lo que eso implica.
Quizás no encuentres grandes densidades de codorniz, suponiendo que las haya en alguna parte, pero si una gran regularidad a lo largo de toda la Media Veda.
Si está bien gestionado y no hay un abuso de tarjetas, prácticamente «no te ves».
Al ser un coto con cierta altura, se beneficia de los movimientos del pájaro y permite que en ocasiones, lo que no has visto en la primera semana de caza, lo encuentres en las posteriores.
Y como Congosto de Valdavia tiende a abrirse cerca de una semana más tarde, por esas fechas hay que ir corriendo al puesto 4 para aprovechar las que terminan pasándose para allá, que no son pocas… 😉
Luego el pueblo es muy bonito, tiene un restaurante decente a la entrada, un par de bares…
Coto de codorniz en Palencia Norte: Aspectos negativos
Pero no está exento de aspectos negativos, por algo dejé de cazar allí…
El Señor Alcalde es un verdadero mercader, más atento al beneficio que a la calidad del producto.
Cada año fue apretando un poco más, hasta que Alfonso decidió poner pies en polvorosa, y yo con él.
La última notica que tengo es que, después de la marcha de Alfonso, fue el propio Ayuntamiento quien se encargó de gestionar el coto, pasando de 20 a 35 cazadores para 2.400 hectáreas…
De la paja ni rastro, si es que tienes suerte de llegar a verla en los primeros días.
Y como las subvenciones mandan y hay que dejar un porcentaje de terreno a barbecho, en función de donde toque, la perspectiva del coto cambia radicalmente.
En mi segunda temporada, coincidieron muchas tierras sin sembrar en el mejor páramo del coto (Puesto 4), y como las vegas no fueron tan productivas como el ejercicio anterior, me dediqué a pasear la escopeta durante un mes, cuando en Congosto de Valdavia, caían las codornices como moscas.
Conclusiones
Un coto bonito de cazar, bastante regular, con una densidad de codornices aceptable, mucha agua…
En mi primer año, Media Veda 2011, levanté 30 codornices en la desveda, con dos jóvenes setters que nunca habían pisado tierras castellanas y un novel cazador con más ilusión que experiencia.
Revisando mis apuntes, esa misma campaña, moví una medida de 10 pájaros diarios, sumando cada jornada, desde la apertura al cierre.
La segunda temporada fue nefasta y casi no me dio para invitar a la familia a degustar tan rica carne.
Sin embargo, abrí el tercer año con dos codornices en el morral y lo cerré con 12, en una estupenda mañana de Septiembre en el puesto 2…
Pero yo, como decía al principio, guardo un gran recuerdo de Báscones de Ojeda.
Si quieres descargarte el mapa de este coto de codorniz en Palencia Norte, puedes hacerlo pinchando en este enlace: Descargar mapa
¡Un saludo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.