Después de tantos meses esperando con anhelo esta desveda de codorniz 2019, casi lo que menos me preocupaba es lo que me iba a encontrar en el campo.
Solo tenía ganas de volver a respirar los amaneceres de Castilla, de vivir el detalle de cada una de las secuencias previas que dotan de sentido a la jornada de caza, esas que entremezclan una extraña sensación de tensión, nerviosismo e ilusión y probar nuevamente las mieles de una disciplina venatoria que me encanta.
Y como tantas otras veces, al menos esta parte, la he gozado al máximo, despacito y sin prisas.
Este es el primer post de los cinco artículos que voy a dedicar a contarte mi experiencia a lo largo de esta Media Veda.
¡Espero que sean de tu agrado!
Índice de contenidos
Primeros lances codorniceros
Ya el día anterior empecé a disfrutar esa esperada desveda de codorniz 2019, preparando con cariño los pertrechos que me iba a requerir la jornada siguiente.
Parece mentira, pero esta rutina se ha convertido un aspecto esencial para mí y cuando no tengo el tiempo para llevarla a cabo con el mimo que merece, tengo la sensación de que me falta algo, como si la jornada estuviese incompleta.
Y por la mañana, cuando a eso de las seis y media llegué al coto, después de un buen madrugón y dos horas largas de coche, amenizadas por la compañía de mujer, el sentimiento de plenitud, al pisar el rastrojo por primera vez, era incomparable.
Como esos pequeños intangibles que tiene la caza, difíciles de plasmar en palabras, pero que son los que verdaderamente nos hacen amar esta actividad.
Pero no quiero engañarte, también estaba deseoso de comprobar lo que nos iba a deparar el campo de Tabanera en esta desveda de codorniz 2019 y a los pocos minutos, acompañados de nuestros inseparables setters, dimos los primeros pasos para satisfacer nuestra curiosidad.
Desveda de codorniz 2019
Venga como venga la temporada, Tabanera de Valdavia siempre presenta una perspectiva espectacular para el ejercicio de la caza y en esta desveda de codorniz 2019, no fue diferente.
La mayor parte del coto sembrado y cosechado pocos días antes de la apertura, con el aspecto del rastrojo inmaculado, cubierto de sus amplios y tradicionales lombíos de paja, ideales para el refugio de la africana.
Y sus extensiones de roble rodeando los páramos, que aunque nos gusten menos, provocan frescor y cobijo a la codorniz, cuando el día es muy caluroso o la presión cinegética, muy alta.
Justo allí iniciamos la jornada, en un amplio centeno del páramo del Rabanillo, con Zar y Figo a la cabeza, el primero volviendo a poner en liza sus mejores aptitudes y el segundo, tratando de descubrir la suyas.
Pero tanto el uno como el otro arrancaron con ganas, batiendo con fuerza el terreno, tratando de alcanzar un dulce equilibrio entre pasión y concentración, que les llevaba a alargarse en exceso por momentos, para venir en otros a lacear a nuestro lado.
Las primeras muestras no se hicieron esperar
Enseguida el campo nos confirmó las buenas perspectivas que traíamos para esta desveda de codorniz 2019 cuando Zar, haciendo gala de sus excelentes vientos, se quedó clavado frente a un abultado lombío.
De ahí revolotearon sin fuerza seis pollitos jóvenes, secundados por la madre instantes después, a la que indultamos por razones obvias que todo buen cazador conoce.
Si la naturaleza les da cuartel, ya volveremos a vernos al final de la temporada…
Sin tiempo que perder y a pocos metros del envite anterior, Zar volvió a quedarse tumbado en el centeno, en esa postura suya, tan tradicional como espectacular, señalándonos lo que se convertiría en el primer abate de la temporada.
Un precioso macho de codorniz que colmaba nuestra ilusión…
Estaba claro… ¡Lo íbamos a pasar bien!.
Poco a poco fueron cayendo más lances, hasta que pasada una hora, decidí cambiar el repertorio canino y dar protagonismo a Darko y Crono.
Se levantó la niebla y empezó a apretar el calor
Marcaba el reloj las 10 de la mañana y con el espejismo de la niebla que nos había obligado a retrasar el inicio de la jornada, apareció un sol radiante que ajusticiaba a cualquiera que osara deambular por el campo.
Aún así, Darko y Crono, en plena forma después de muchas jornadas de campeo previas a esta desveda de codorniz 2019, revolvieron terreno durante casi dos horas, hasta que el cansancio empezó a hacerles mella.
No se les dio mal si tenemos en cuenta que Darko no es un buen codornicero y que Crono, como cachorro, tenía primero que centrarse en entender a qué habíamos ido allí aquella mañana.
De hecho, sin la cualidad de la muestra afianzada, atropelló cinco codornices que preferí no disparar con el fin de que aprendiese.
Una tarde muy productiva
Sobre las 7, con una temperatura más benigna y muchas ganas de reiniciar la caza, volvimos al escenario que tan buenos resultados nos había ofrecido a lo largo de la mañana.
Pero en esta ocasión, nos centramos en el aprendizaje de los cachorros y optamos por sacarles en turnos individuales.
Primero Crono, que volvió a atropellar varias codornices sin llegar a bloquearlas.
Y después Figo, que si mostró una evolución más favorable a base de encontrar y volar caza, llegando a premiarnos al final de la tarde con una estupenda muestra, a la que incorporó su primer cobro, para redondear nuestra alegría.
Más que suficiente para cerrar la jornada con una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de volver a casa con los objetivos cumplidos.
En total, logramos volar 20 codornices entre la mañana y la tarde, además de 4 polladas de entre 6 y 8 pájaros.
Pero hubo compañeros que cerraron el cupo e incluso, llegaron a ver más de 60 gallináceas, lo que confirma que, si no dan la espantada, disfrutaremos de una muy buena Media Veda.
La jornada no estuvo exenta de malas noticias
Después de toda la ilusión contenida en torno a esta desveda de codorniz 2019, lo cierto es que pasamos un gran día de caza y como decía, nos fuimos muy satisfechos.
Sin embargo, hubo un “pero” que logró nublar cualquier alegría y es que Zar, mi ojito derecho, está pidiendo a gritos una merecida jubilación.
La realidad es la que es y a pesar de todo lo que hemos pasado juntos, los años no pasan en balde y terminan por retirar al mejor de los perros que nunca tendré.
Salió con ganas, como en él es habitual, enardecido por unos acontecimientos que lo excitan tanto como a mí, pero una hora después empezó a mostrar claros signos de desgaste y aunque siguió cazando con tesón y mostrando codornices, pues su afición es poderosa y solo pude separarle de ella cargándolo en brazos más de un kilómetro hasta el remolque, ni lo quiero ver sufrir, ni quiero que eso que tanto nos ha unido desde hace 11 años, ahora termine por devorarlo de forma prematura.
Así que, con lágrimas en los ojos, preferí dejarlo descansando y recuperándose.
Sus días, los que le queden, que espero sean muchos, los disfrutará en casa, rodeado de los suyos, que tantísimo lo queremos y viviendo a cuerpo de Rey, pues si alguien lo merece, sin duda es él.
Primer fin de semana tras la desveda de codorniz 2019
Con las mismas lágrimas del jueves, salí de casa el sábado camino de Palencia, dejando atrás a un compañero incrédulo que no entendía los motivos por los que ya no ocupaba su lugar en el remolque.
Difícil de digerir para él y para mí, pues como inseparables que somos, en poquísimas jornadas no he gozado de su compañía a lo largo de todos estos años.
Pero su salud y bienestar siempre quedará muy por encima de cualquier objetivo venatorio y aunque aún pueda disfrutar de un par de ratos sueltos, al amparo del frescor que concede el ocaso del día, su curriculum cinegético ya ha escrito sus últimos renglones.
Renglones de oro al alcance de muy pocos canes.
Jornada del sábado 17 de Agosto
Es curioso como la vida cierra y abre puertas, pues mientras sufríamos en silencio el cenit de un gran cazador, vivíamos en directo los inicios de quien puede llegar a ser su gran sucesor.
Un cachorro de 14 meses llamado Figo, con unas hechuras impresionantes, al que solo le ha costado unas pocas experiencias con las africanas, entender que ha nacido para esto de la caza.
Si la tarde del jueves ya mostró un clara evolución, la jornada del sábado se arrancó con una muestra tras otra y no solo eso.
Bravo y perseverante, daba gusto verlo trabajar en el rastrojo.
Con 14 codornices en su cuenta acabó el día, de un total de 23 que logramos levantar.
¡Impresionante!
Jornada del domingo 18 de Agosto
Para este día cambiamos de páramo y probamos suerte en Valcuende, pero no de plan.
Veteranos en casa, fui soltando a Figo y Crono en turnos individuales, perdiendo la posibilidad de engrandecer la percha, pero aprovechando la ocasión de meter en caza a mis dos jóvenes promesas.
En cualquier caso y como en los días previos, los resultados fueron dispares.
De las 16 codornices que volamos en esta fresca mañana dominical, 11 correspondieron a sendas muestras de Figo y las 5 restantes, a otros tantos atropellos de Crono.
A pesar de que ha levantado bastante caza, los tiempos de aprendizaje son más lentos que los de su hermano.
Le está costando centrarse, pero con tiempo, paciencia y más caza, tengo la esperanza de que esto cambie antes de finalizar la Media Veda.
De lo que estoy convencido es de que, salir en solitario, les está reportando grandes beneficios.
Figo a lo suyo…
Figo por el contrario, mejora día a día.
Hoy nos ofreció otro recital impropio de un perro tan joven.
Trabaja con mucho criterio, es muy tesonero cuando recibe una emanación o percibe que el pájaro está cerca, rebusca entre las hileras de paja, sabedor de que ahí guarda su refugio la africana e incluso se ha dado cuenta de que en acequias y linderos, también puede encontrar premio.
Ya tiene una muestra firme, cobra muy bien…
Le falta mucho, lógicamente, pero ha avanzado aún más.
Mucho más de lo que hubiese imaginado.
Buenas perspectivas para las siguientes jornadas
Hemos disfrutado muchísimo en esta desveda de codorniz 2019 y a pesar de esa luna llena del viernes 17, que a muchos nos tenía en vilo, las codornices han optado por quedarse y seguir dando juego en este gran inicio de temporada.
Si a esto le sumamos el amplio número de polladas que hemos encontrado, las sensaciones para los próximos días son muy, muy positivas.
¡Un abrazo y al monte!
Seguro que tienes mucho que aportar y estamos deseando escucharlo, así que te animo a que dejes un comentario en el formulario con tu opinión.
Y si te ha gustado este post, no olvides compartirlo en tus redes sociales desde los botones que encontrarás al final del artículo.

Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.