Soy de esas personas que cuando se le mete algo en la cabeza, me resulta imposible escapar de ese “run run”, desquiciante y persecutor, que no me abandona hasta que lo consigo y lo cierto es esta vez me ha costado deshacerme de él, casi tres años en realidad, los mismos que separan aquella primera ocasión en que probé un «supositorio amarillo» con Gorka Serbal y estos días atrás en que por fin, he incorporado a mi equipo una nueva escopeta superpuesta del calibre 20, en concreto, una reluciente Beretta 686 Silver Pigeon I, que estoy deseando estrenar.
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Mi primera escopeta superpuesta del calibre 20…
Fue en octubre de 2019, en una jornada de perdiz en Grupo Serbal (Haciendo click aquí puedes ver el vídeo de la jornada), cuando llegamos al aparcamiento y Gorka me acercó la escopeta superpuesta del calibre 20 que me iba a dejar probar.
De inicio me asombró el cartucho. El lo llama «Tomahawk amarillo», yo «supositorio amarillo», que por tamaño y dimensiones, es lo que me pide el cuerpo, aunque habrá que buscarle un nombre más pegadizo y comercial…
¿Pero esto mata?. Supongo que es la misma pregunta boba que hace cualquier cazador acostumbrado al 12 la primera vez que tiene entre sus manos un «supositorio amarillo», pero qué quieres que te diga… Yo no pude evitarla.
Luego coges la escopeta… Ligera, muy ligera, como de juguete, con unos cañones ridículamente pequeños… No me extraña el vacile de que es para mujeres y niños.
Pero fui a probarla y vaya si mataba…
Probando una Beretta 686 Silver Pigeon I del calibre 20
Ya te lo conté en un post que escribí al hilo de esa primera prueba con una escopeta del calibre 20, pero resumiendo y a grandes rasgos, me sorprendió gratamente.
No solo mataba, sino que me resultó un auténtico reto.
Enseguida me acostumbré a ella, llevándola fácil al hombro, con giros sutiles y cómodos, facilitando el seguimiento de la perdiz y su disparo.
Me gustó su ligereza y en realidad, incluso te cuesta sentir que la llevas en el brazo, algo que en 5 ó 6 horas de travesía por el monte, se torna un gran valor añadido.
Pero ese menor peso, no implica un mayor retroceso como ocurre en el 12, más bien al contrario, es tremendamente liviano, permitiéndote un segundo disparo muy ágil, casi sin necesidad de recolocar la escopeta.
¿Dónde está el reto entonces? En que tienes que apuntar más y mejor…
Una escopeta superpuesta del calibre 20 te obliga a ser más preciso
Huelga decir que el calibre 20 es menos contundente que el 12. Menor carga de plomos, menor gramaje, disparos más cerrados…
Inevitablemente tienes que ser más preciso, apuntar más y apuntar mejor, pero esto es curiosamente lo que más me enganchó de la prueba.
Ese reto de que prevalezca mi habilidad, en lugar de las prestaciones del arma, a la hora de resolver con éxito un lance, se transformó en el famoso “run run” que me ha acompañado todo este tiempo.
Mi nueva Beretta 686, una escopeta superpuesta del calibre 20
Desde ese instante tuve clarísimo que quería incorporar una escopeta superpuesta del calibre 20 a mi armero, pero el proceso ha sido largo, casi tres años como te decía al inicio y es que resulta más fácil encontrar una aguja en un pajar, que un calibre 20 decente y a buen precio de segunda mano.
Empecé fijándome en ese mercado por un razonamiento puramente económico y aunque es cierto que no faltaban opciones, separando la paja del grano, quedar, quedaba lo justito.
En unos casos pedían por ellas casi lo mismo que nuevas, en otros, el estado de la escopeta era muy deficiente y como además buscaba una longitud de cañón que me permitiese cierta flexibilidad para utilizarlo en distintas modalidades de caza, se reducían aún más las posibilidades.
Asi que cambié el objetivo, me centré exclusivamente en los modelos nuevos y ahí simplifiqué el proceso de elección, pues no había mucho que pensar.
Aquel octubre de 2019 me fascinó la Beretta 686 Silver Pigeon I que probé y esa misma escopeta superpuesta del calibre 20 es la que hoy te estoy mostrando.
Recámara de 76, expulsora, selector de tiro, cañón de 67, que entiendo me dará buen juego a la codorniz, la paloma, la perdiz y quién sabe, quizás también a la sorda.
Caza de la becada con calibre 20… ¿Es viable?
Digo que quizás, porque no te voy a engañar, aquí tengo mis dudas, pero estoy deseando disiparlas.
Probablemente en un coto más abierto, de roble, eucalipto, haya… El calibre 20 sea totalmente funcional y aprovechable para cazar la sorda.
Pero en el mío, ese al que llamo Mordor, no sin cierto desdén, es donde me surge el interrogante.
El pájaro es el mismo, por supuesto, pero el entorno, asquerosamente sucio, rebelde y cerrado, no sé qué tal ligará con las prestaciones del “supositorio amarillo”.
En cualquier caso no será por ganas y convencimiento, que de eso voy sobrado.
No quiero “meterlo con calzador”, pero tampoco me voy a dejar vencer por algún que otro fallo inicial…
Lo veremos juntos en vídeo 😉
¿Qué he hecho con mis escopetas del calibre 12?
Ha habido movimiento en el armero, pero no de carácter radical.
Vendí la superpuesta Bettinsoli con cañón de 60, aquella que compré hace un par de años para sustituir a la Benelli Premium Superligera, a un chico muy majete de Castro-Urdiales, que seguramente la va a disfrutar a tope, porque es una buena escopeta y además la tenía impecable.
No tengo nada en contra de los cañones estriados, pero nunca me gustaron y este período con la Bettinsoli, solo ha logrado confirmarme las razones.
He llegado a abatir sordas de formas insospechadas. Algunas sin llegar a echarme la escopeta al hombro, otras incluso desde la cintura, muchas sin ni siquiera apuntar y puedo entender a quien se vea atraído o necesitado de este tipo de “regaderas”, pero como te decía unas líneas atrás, yo busco que prevalezca mi habilidad en el tiro en lugar de acomodarme y extraer ventaja de las prestaciones del arma.
Por el contrario, he mantenido la otra Bettinsoli, la XTrail con cañón de 66 que igualmente compré nueva en 2020. En parte porque realmente no quería deshacerme de ella, en parte porque me gusta y muy probablemente, por esa vacilación sobre la funcionalidad del calibre 20 en Mordor.
Mi nueva escopeta superpuesta del calibre 20 en Armería Sarasketa
Tengo y quiero darle las gracias a Iñigo por todo y ya que estamos, por qué no aprovechar para comentarte que tiene la Beretta 686 Silver Pigeon I en oferta y a muy buen precio, entre otros muchos modelos, de modo que si te animas y estás valorando hacer el cambio al calibre 20, no pierdas la oportunidad…
Ahora tengo otro “run run”, soy de naturaleza inquieto, se llama Franchi Feeling Becada en calibre 20… Solo hace falta que Mordor y el «supositorio amarillo», se caigan bien 😉
¡Un abrazo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.