Esta mañana me he despertado leyendo en Twitter una triste noticia para el mundo cinegético. Una más de otro de esos grandes frentes abiertos que tenemos los cazadores – últimamente parece que nos llueven las ostias – en este caso, de seteros y excursionistas.
Publicaba Cazaworld, entre otros medios cinegéticos, que el Gobierno Italiano estudia prohibir la caza los domingos como medida de seguridad para evitar accidentes.
Una medida motivada por la muerte de un joven de 18 años que al parecer recibió un disparo en el abdomen al ser confundido con un jabalí.
Antes que nada, mi más sentido pésame para la familia del chico.
Pero lo que no puede ser, es que cada vez que «repican las campanas», el colectivo cazador se vea afectado.
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A vueltas con seteros, excursionistas y cazadores
El lamentable suceso transcurrió durante una batida de jabalí en un bosque del municipio de Apricade, en la región de Liguria, situada al noroeste de Italia.
Un cazador de 29 años hirió al joven de 18 en el abdomen al confundirle con un jabalí, causándole la muerte segundos después.
Un accidente trágico que no han tardado en aprovechar varios grupos animalistas y anti-caza para lanzarse a nuestra yugular, cargando contra el sector cinegético y reabriendo el debate sobre la gestión del monte y sus espacios.
Y a simple vista, parece que una vez más terminaremos siendo nosotros los perjudicados.
Seteros, excursionistas y cazadores compartimos espacio, pero…
Entiendo que seteros, excursionistas y cazadores compartimos una afición que es la naturaleza y a todos nos gusta aprovecharla cuando tenemos oportunidad.
Pero también compartimos derechos y los nuestros, como los de ellos, deben ponerse en valor.
De momento, la actividad cinegética se limita a unos pocos meses al año.
El resto del tiempo ni siquiera podemos salir a dar un paseo por el monte con nuestros perros porque son de caza.
Debemos entender, y aprender a respetar, que los derechos de unos empiezan donde acaban los del resto
Con cualquier otra raza no hay problema, pero como vayas acompañado de un setter, un podenco o un sabueso, tienes el papelito con la receta de pago servida.
Para disfrutar de nuestro derecho de ir al monte, previamente debemos abonar las tasas correspondientes, que no son pocas (licencias, permisos, cotos, etc.)
Pero los que debemos ceder y apartarnos somos nosotros porque llevamos escopeta…
Entre tanto, el ciclista, el senderista o el recolector, que no abona un solo euro por ejercer “su derecho” y tiene prácticamente todo el año para disfrutar de él, aún quiere más…
Batidas de Caza Mayor
No sé como está legislado en Italia, pero en España, las batidas de Caza Mayor están señalizadas y por normativa, se notifican con antelación a la fecha en que se celebran.
De hecho, la última Ley de Montes nos ampara y da prioridad a los cazadores, pero como no está alineada con los “derechos” de excursionistas, ciclistas y seteros, hay que cambiarla de forma urgente.
Yo mismo, como cazador de pluma, cuando hay una batida de corzo o jabalí en mi cazadero, lo último que se me ocurre es meter mis perros en la mancha.
En primer lugar por sentido común, ya que te expones a un accidente y segundo por no molestar a quien como yo, solo quiere disfrutar de su día de caza.
Insisto en que desconozco como se gestionan este tipo de acciones en Italia, pero si ves un cartelito anunciando una batida, coge otra dirección o pilla el coche y te mueves hacia otra zona…
Vive y deja vivir
Personalmente estoy cansado de este debate entre seteros, excursionistas y cazadores.
Me ha tocado vivir algún que otro encontronazo con ellos y no es lo que más me apetece cuando subo al monte a disfrutar de mis perros.
Más allá de que tampoco merece la pena discutir con quien no atiende a más razones que la suya…
Para mí, todo se reduce a una cuestión de sentido común.
Disfruta de tu derecho, pero hazlo sin perjudicar al resto.
Como excursionista, ciclista o recolector tienes 8 meses para disfrutar del campo sin ningún tipo de susto.
¿También quieres ejercer tu prioridad en los otros 4 meses que restan?.
¿No nos puedes dejar tranquilos en ese pequeño espacio de tiempo?
Lo que no podemos pretender es quedarnos siempre con la parte ancha del embudo.

Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.