Una de las cosas que más me molestan en la caza son esos listillos critica perros, que están más pendientes de analizar los errores del can de su compañero, que de disfrutar de la acción venatoria.
Campan por doquier y los hay a patadas
Y es una enfermedad que me encantaría erradicar, porque arrastra muchas connotaciones negativas.
Pero de momento y aunque no soy creyente, voy a dedicarles una oración, porque estoy convencido de que ese estado de insatisfacción permanente, debe ser complejo de sobrellevar.
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Una oración por los listillos critica perros…
Por si no me has pillado en la introducción, los listillos critica perros, son todos esos “cazadores” que están más pendientes de recitar el pedigree de sus perros, que de comprobar si en el campo disfrutan de las mismas aptitudes que les presuponen.
Esos listillos critica perros que cuando ven a un compañero ilusionado con su nuevo cachorro, enseguida se prestan a comentar si el perro es muy ancho de delante o muy estrecho de atrás.
Los mismos que cuando ven un perro cazar, están más preocupados de criticar si levanta o baja la cola cuando hace la muestra, que de ponderar sus magníficos instintos cinegéticos.
Seguro que te has topado con alguno…
¡Son una verdadera lacra!
Más caza y menos postureo
Los reconoces enseguida porque se saben todas las líneas de sangre habidas y por haber.
Si vienen de aquí, de allá y los cientos de miles de cruces por los que han pasado.
Y cuando observan a un perro son excelsos en la crítica. Todo está mal.
Los suyos, obviamente, son la releche y cumplen a la perfección con los estándares de excelencia que marca la raza.
Para esto, agotan al perro en casita, enseñándole respeto al vuelo, que no se vaya de la mano, que se tumbe, que levante, que les dé la patita y que se ponga patas arriba a la voz de “JAO”…
Y un montón de cosas que están muy bien, si no fuese porque se olvidan de lo primordial y más básico, que es sacar al perro de caza.
Porque ¡Eh!… Aunque lo hayamos perdido de vista, no nos olvidemos de que ese es su objetivo principal, para lo que han nacido y hacia donde deberíamos apuntar nuestra vara de medir.
Entendidos de todo, conocedores de nada
Son los típicos entendidos de todo, incapaces de disfrutar con nada.
Supuestas “voces autorizadas”, muy jerárquicos en su oratoria, que buscan constantemente enseñar a quien no lo necesita, a pesar de su incapacidad para aprender, porque tampoco se les da bien escuchar.
Y lo más triste es que no son conscientes del escaso impacto que logran.
Se vuelven tediosos y muy aburridos para quien les escucha.
Porque en realidad, a nadie le interesan sus críticas, ni sus teorías.
Las cosas deberían de ser mucho más sencillas…
La vida debería de ser mucho más sencilla, del mismo modo en que lo es la caza.
Probablemente, estos listillos critica perros siempre hayan existido, pero no hace tanto, este postureo absurdo estaba mal mirado y poco aceptado, porque la caza es algo muy distinto.
Yo tengo perros con apellidos y sin ellos.
Curiosamente, el mejor de todos, es un hijo bastardo al que no le regalaron esos apellidos tan largos y pomposos.
Pero en el monte no hay quien lo deje atrás y a riesgo de parecer presuntuoso, tampoco he conocido perro alguno que encuentre más caza que él.
Porque de eso va nuestra historia, de cazar y del modo en que caza, no del resto de pamplinas que solo interesan a los listillos critica perros.
Una oración por ellos, para que se aligere su enorme carga…
¡Un abrazo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.
Luego están los idiotas nivel pro que sacan la genealogía del suyo como si fuera garantía de que no se pareciera a su amo.
…Nieto del campeondeespaña y sobrino del segundo del mundo olisqueando al amanecer.
Todos en la misma nave con suficiente gasoil para llegar a Marte.
El problema no es que recen la genealogía como si fuesen los billetes de la nómina que acaban de cobrar, el problema es que se quedan en eso.
Parece que «solo se la pone dura» ver la descendencia y proclamarla a los cuatro vientos, pero lo de testar en el monte si el perro en realidad lleva lo que se le presupone, ya no les motiva tanto.
Si lo hiciesen, tendrían menos tiempo de «cantarle» a los demás lo que opinan sobre sus perros y claro…
¡Un abrazo fenómeno!