Por fin llegó esa fecha tan esperada, la de la apertura, y los nervios de los días previos dejaron paso a una entretenida mañana de caza en Tabanera de Valdavia, en la que tanto mis setters como yo, disfrutamos de las primeras codornices en la Media Veda.
Aunque las buenas previsiones que llevábamos no terminaron de cumplirse, pues aún quedaba cerca del 40% de cosecha por recoger y la mayoría de codornices decidieron refugiarse en esas zonas, la densidad de pájaros que presentaba el rastrojo ya segado era suficiente para disfrutar de algunos lances de calidad.
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Primeras codornices en la Media Veda
Seis y media de la mañana, aún de noche, acabábamos de llegar a uno de los extensos páramos del coto.
Aparcados frente a una tierra de centeno, con altos lombíos, en la que había decidido soltar los perros con las primeras luces de la mañana, no tardamos en disfrutar de un espectáculo tan sorprendente como memorable…
¡¡¡Codornices cantando en Agosto!!!…
Como una orquesta dirigida por el mejor de los directores, el concierto interrumpía el silencio sepulcral del amanecer y nos dejaba una sensación inigualable, que solo conocemos y disfrutamos aquellos que pisamos el monte y recorremos sus tierras con asiduidad.
Realmente había muchos pájaros cantando, lo que confirmaba nuestras esperanzas de disfrutar de las primeras codornices en la Media Veda.
Perros largos y codornices en la cosecha
Sin embargo, costó un poco disfrutar de los primeros lances.
Quizás porque mis setters, demasiado motivados y en plenas facultades físicas, recorrían las tierras a una velocidad exagerada.
O quizás porque, muchas de aquellas codornices cantoras, se habían ocultado en la siembra nada más sentir nuestra presencia en el campo o para esquivar al resto de sus depredadores.
De hecho, cometí el error de empezar cazando en un rastrojo con muy buena pinta, pero rodeado de tierras sin cosechar y, como decía anteriormente, no eran muchas las codornices con la suficiente valentía para salir de ellas.
Una hora y media después decidí moverme y bajar a la vega del pueblo.
Allí, con los perros un poco más centrados y todas las parcelas segadas, empezamos a disfrutar de muestras, patrones y lances, además de sumar las primeras codornices a la percha.
Codornices en las avenas
Los cazadores siempre tendemos a buscar las zonas de trigo creyendo que son más querenciosas para las coturnas.
Sin embargo, y en la línea de estos últimos años, las avenas presentaban una buena densidad de pájaros.
Personalmente además, siempre me ha gustado este tipo de cereal para cazar, pues la codorniz tiene alimento y gran cobertura por el tamaño del rastrojo.
Paja picada, mejor que tierras con lombíos
Otra de las cosas que me ha llamado la atención es que había mucha más codorniz en aquellas tierras en las que habían picado la paja, que en las que presentaban largas hileras de lombíos.
Es cierto que en estas últimas es más complicado levantar el pájaro, pues tiene mucho refugio y posibilidad de escabullirse a peón por debajo de la paja, lo que puede repercutir en que alguno piense por ello que no hay.
Pero, al menos en estos primeros días de Media Veda, el mayor porcentaje de lances lo hemos vivido en esas otras tierras con la paja picada, que también ofrecen cobertura a la africana y mayor posibilidad para comer.
Un gran aspecto en el acotado
Como casi siempre, el coto de Tabanera presentaba un aspecto espectacular para el ejercicio de la caza.
Además de buenas cosechas y bastante agua, todas las tierras de trigo, centeno, avena, cebada y demás guardaban la paja, bien en largas hileras de lombíos o picada.
Con pocas tierras aradas o sin cosechar, lindones y acequias con bastante cobertura, una buena altura en el rastrojo y algunas zonas de barbecho, que conociéndolas y sabiéndolas cazar, ofrecen muy buenos resultados.
Resultados de los primeros días de la Media Veda
Como decía al inicio del post, sin llegar a alcanzar las previsiones tan halagüeñas con las que veníamos, pudimos disfrutar y guardar unos cuantos lances para el recuerdo.
El miércoles 15, día de la apertura, volamos 18 codornices y la jornada del jueves fue bastante similar con otros 19 pájaros levantados.
Seguramente habrá quien valore estos números de forma positiva, como muchos otros hablarán de fracaso.
En cualquier caso, mi percepción es positiva, más si cabe teniendo en cuenta que la corriente en los últimos años no ha sido buena, que la caza de codorniz cada vez va a menos y que muchas veces, se hace difícil disfrutar de una jornada entretenida.
Además, con casi medio coto por cosechar, tengo la sensación de que lo mejor está por venir.
¿Qué tal os ha ido en vuestros cotos?. ¿Habéis podido cazar las primeras codornices en la Media Veda?
Buena caza, ya os iré contando.

Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.