Llevaba tiempo queriendo escribir sobre este tema, pero justamente hace unas pocas semanas me he visto inmerso en un debate, casi rayando lo absurdo, sobre las propuestas del CCB para la caza sostenible de la becada.
Y como desde este blog nunca me he cohibido de mostrar mi opinión sobre cualquier temática cinegética, en esta ocasión tampoco me voy a llevar la contraria.
Aunque antes de entrar en materia y que alguno me clasifique de partidista, merece la pena aclarar que, ni soy miembro del CCB, ni tengo relación alguna con el Club.
Manos a la obra…
Índice de contenidos
Mis reflexiones sobre las propuestas del CCB
Para empezar, no entiendo tanto rollo con las propuestas del CCB, pues después de leerlas en detalle, no dejan de ser las mismas que llevan promulgando desde su fundación.
Es decir, que no se trata de nada nuevo.
Pero me resulta triste, tristísimo, que a estas alturas de la película, aún haya a quien lo único que le preocupa es salir a cazar, a cualquier precio, sin importar la forma y las consecuencias, excusándose una y otra vez en las mismas frases tediosas y sin razón del tipo:
“Si no la mato yo, la matará otro”…
“¿Si en Europa no se controla, por qué tenemos que hacerlo aquí?”…
“¿De qué sirve limitar en España si no se hace en el resto de países?”…
“ Es que en Europa se caza en época de cría y claro…”
Seguimos queriendo limpiar la casa del vecino antes de sacar nuestra propia basura al contenedor y, lo que es peor, aún no hemos aprendido que la acción cinegética debe estar ligada al equilibro natural, nunca por encima.
En cualquier caso, revisemos algunas de las propuestas del CCB más “controvertidas”…
Días de caza
El CCB propone 3 días de caza por semana, como máximo.
Y habla de un incremento de hasta 4 jornadas semanales atendiendo a valoraciones en función de la climatología.
Incluso, el punto 2 de la propuesta, plantea un cupo máximo de días cazables al año, que cada región pueda gestionar en función de su casuística.
¿Cuál es el problema?. ¿Dónde está el debate?. ¿Se nos hace poco?.
¿Todavía no hemos comprendido que la caza y la sostenibilidad de cualquier especie, no solo de la becada, está muy por encima de nuestras necesidades o intereses personales?.
Porque si aún no lo hemos entendido, llegará el momento en que podamos salir a pasear la escopeta los días que nos dé la gana…
Pero saldremos a eso, a pasear la escopeta, lo de ver caza lo dejaremos para los antiguos documentales de Jara y Sedal.
Cuaderno de Caza
Otro de los aspectos que más controversia genera es el apartado en el que se expone la obligación de presentar, al final de la temporada, un registro con nuestra actividad venatoria, aportando datos básicos como el número de capturas o las horas de caza, además de otros apuntes de carácter voluntario.
Bien… Pues tampoco aquí encuentro la naturaleza del debate.
¿No es algo que ya se hace obligatoriamente en las batidas de corzo o jabalí, notificando la cacería antes de su celebración y precintando las piezas cobradas?.
¿Por qué íbamos a ser nosotros diferentes?. ¿Cuál es el problema?. ¿No queremos sentirnos controlados?.
Es lógico y necesario que la administración ejerza un control sobre la actividad, que le permita conocer más en detalle las costumbres del ave y que posteriormente sirva para desarrollar planes cinegéticos sostenibles.
Y controlados ya estamos…
SEPRONA, Guardamontes… Y bienvenida siga siendo su actuación si con esto se impiden irregularidades en nuestros montes.
Formación del cazador
Este punto no ha generado trifulca o al menos yo no la he percibido, pero me parece una gran iniciativa.
Se trata de un ave del que sabemos muy poco, tan poco, que muchos cazadores aún no son capaces de diferenciar el macho de la hembra o los ejemplares jóvenes de los viejos.
Por lo tanto, es clave que adquiramos conocimiento sobre la becada, pues de ese modo, no solo aprenderemos a respetarla, sino que transmitiremos a los demás ese mismo respeto que nosotros le profesamos.
Y la formación no duele, de verdad. De hecho, suele ser muy satisfactoria.
Gestión en olas de frío
Entre las propuestas del CCB, se incluye establecer un protocolo de actuación para gestionar las olas de frío.
En relación a este punto, he leído y escuchado de todo en las redes sociales.
Lo más curioso es que es muy ambiguo, si lo lees, no deja ninguna sentencia.
Pero automáticamente han saltado todas las alarmas hablando de prohibición, prohibición, prohibición…
Yo aún no sé cuál será la metodología a seguir en estos casos, pero si tengo claro que hay determinados momentos en su caza se debe pausar.
Porque como cazador, quiero un rival en sus mejores condiciones, no fatigado y sin recursos por la falta de alimento.
Otras consideraciones
No va al caso del documento de propuestas del CCB, pero por todos es sabido que entre sus competencias está la del anillamiento de becadas, para un posterior aprendizaje y seguimiento del ave.
Esta tarea, lejos de entenderse como un ejemplo de esfuerzo por mejorar nuestro conocimiento del pájaro, a menudo se confunde con la supuesta ambición de saber dónde están, para después ir a cazarlas.
En fin… Ya dije al principio que el debate rayaba lo absurdo.
No he ido a anillar nunca por pura comodidad y justamente por esto, valoro a quien en pleno invierno, pierde unas horas de estar con su familia, para en mitad de la noche, subirse al monte a pescar becadas para después anillarlas.
Hay que tenerlos bien puestos, por lo que si después quieren sacar beneficio de esto, que lo dudo, ole por ellos…
Entre otras cosas, porque hasta donde yo sé, cualquiera de nosotros puede hacerse colaborador y participar de la tarea.
Así que, el que quiera “ventajas” ahí las tiene.
Concluyendo…
El resto de las propuestas del CCB ni las repaso, porque entiendo que tú y yo estamos de acuerdo en prohibir su comercialización, en no aumentar el cupo de 3 becadas por cazador y día, etc.
Pero si que voy a apelar al sentido común de todo aquel que practica la caza de la sorda.
Es necesario que entendamos definitivamente, que sus necesidades están por encima de las nuestras.
Que será mejor salir a cazarlas 3 días a la semana que ninguno porque no las hay.
Que antes de pedirle a los vecinos que dejen de hacer ruido, tenemos que dar por finalizada la fiesta en nuestra casa, para que la solicitud sea coherente.
Y que es totalmente necesario que cambiemos hábitos que no van en favor de la especie.
No podemos seguir excusándonos en lo que otros hacen mal, para seguir haciendo lo que nos da la gana.
Porque me gustaría que mis hijas me contasen algún día sus primeras experiencias cazando la sorda en los montes de Cantabria.
Relación de propuestas del CCB para la caza sostenible de becada
Por si aún no has tenido oportunidad de leer las propuestas del CCB y has empezado por comerte el tostón que acabo de soltar, aquí te dejo los 11 puntos que tanta discordia han generado…
Días de caza por semana
El CCB propone, en términos generales y para el conjunto global del territorio nacional, un número máximo de 3 jornadas cinegéticas a la semana.
En regiones muy concretas, sometidas a circunstancias especiales como las derivadas de duras condiciones meteorológicas invernales, el CCB entendería el incremento de las jornadas cinegéticas por semana hasta las 4, pudiendo alternarse, por tanto, los días de caza.
Jornadas anuales de caza
Cualquier propuesta de gestión entendemos que debe de ser lo suficientemente flexible como para poder adaptarse a las necesidades de un momento concreto.
Por ese motivo, el seguimiento y conocimiento de las poblaciones nidificantes y el éxito de la estación de cría anual deben de ser los parámetros fundamentales que nos marquen la pauta anual de capacidad de extracción cinegética de la especie.
De esta forma, para poder equiparar las diferencias existentes entre las distintas regiones europeas, con aprovechamiento cinegético de la becada, proponemos crear un cupo máximo de jornadas anuales de caza.
Cada región plantearía su propio calendario de caza en función de sus características particulares, pero siempre respetando ese número homogéneo de jornadas anuales establecido.
La propuesta que el CCB ha trasladado a la Federación de Asociaciones de Cazadores de Becada del Paleártico Occidental (F.A.N.B.P.O.), contempla un máximo de 50 jornadas anuales de caza.
Duración de la temporada
La temporada de caza nunca debiera de empezar antes del día 15 de octubre y nunca terminar más tarde del 31 de enero.
Antes y después de dichas fechas se plantea la posibilidad de realizar “caza sin muerte” o “perreo”, sin extracción cinegética de animales y con aporte de datos para el seguimiento global de la población.
Horario de caza
Con la intención de poder controlar la caza a la espera de la becada, el CCB propone la creación de un horario de caza que limite claramente la caza de la especie al amanecer y al atardecer.
Queremos dejar muy claro que, bajo nuestro punto de vista, la caza a la espera no debe de permitirse y dicha práctica debe de ser perseguida eficazmente.
Cupo de Capturas
El CCB propone la instauración de un cupo diario de capturas cifrado en 3 becadas por cazador y día.
Cuaderno de Caza
De cara a establecer un aprovechamiento cinegético racional y sostenible, se propone la instauración de cuadernos de caza, gestionados por la autoridad competente en materia cinegética, que será la encargada tanto de distribuirlos entre todos los cazadores que quieran cazar becadas antes del inicio de la temporada de caza, como de recogerlos a la finalización de la misma.
En este cuaderno deberá de apuntarse una información mínima obligatoria por cada día de caza, tal como número de becadas avistadas, número de capturadas y horas de caza.
También deberá permitir recoger anotaciones personales voluntarias tales como zona de caza, climatología, vegetación presente, etc.
Al final de la temporada, el cazador tendrá la obligación de entregarlo a su Administración para poder acceder a su cuaderno de caza en la siguiente temporada.
Estos cuadernos servirían tanto para realizar un mejor control del cupo diario de capturas, como para recoger importante información sobre la caza y el cazador de becadas y así contribuir a la mejora de la ordenación cinegética futura de la becada.
Se asumiría que este cuaderno pudiera conllevar un coste económico para el cazador, siempre que la finalidad exclusiva de este dinero fuera profundizar directamente en el estudio y conocimiento de la especie.
Formación del cazador
Desde el CCB se pretende promover una campaña de sensibilización y concienciación del colectivo de cazadores de becada para presentar la caza de especies migratorias como un recurso a cuidar y mantener de igual forma que en el caso de la caza de especies sedentarias, desterrando la idea de que las aves migratorias son un recurso ajeno e inagotable en el que la gestión cinegética no tiene sentido.
Del mismo modo, se debe hacer entender que de la implicación de los cazadores de becada en todos los trabajos de investigación y ordenación cinegética de la especie, depende en gran medida la sostenibilidad de la misma y la continuidad de caza.
Red de Reservas
Desde el CCB se plantea que la instauración de una óptima Red de Reservas de Caza es una de las mejores medidas que se pueden acometer para, en el caso de la becada, gestionar acertadamente su caza y asegurar su sostenibilidad y conservación.
La creación de dicha Red de Reservas debiera de basarse en unos estudios previos que permitieran determinar zonas utilizadas de forma significativa por la especie como refugios naturales en condiciones particulares que comprometan su capacidad de supervivencia.
Olas de frío
Se debe establecer un protocolo ordenado y consensuado para que las diferentes administraciones con competencias en materia cinegética y medioambiental lo apliquen de forma automática y de oficio en caso de producirse circunstancias especiales para la especie tales como olas de frío.
El CCB se compromete a proponer un protocolo de actuación o colaborar en su redacción si así fuera preciso.
Comercialización
La comercialización de la becada debe dejar de ser una actividad permitida y, además, su práctica debe ser correctamente legislada, perseguida y castigada.
Su mantenimiento implica un incremento notable de la extracción de animales debido únicamente a fines lucrativos y no estrictamente cinegéticos.
Sanciones
El CCB considera que los regímenes de sanciones y las cuantías económicas que ellas llevan implícitas para las diferentes infracciones en materia de caza de la becada, deberían ser revisadas por parte de las diferentes Comunidades Autónomas, debido a que en algunos casos resultan desfasadas y poco firmes.
Además, sugerimos que las administraciones competentes en materia cinegética tengan en consideración la utilización práctica del Registro Nacional de Infractores de Caza para evitar que un cazador sancionado en una Comunidad Autónoma con la retirada de su licencia de caza pueda obtenerla en otra Comunidad.
¡Un saludo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.