Soy cazador y como es comprensible, quiero salir a cazar, pero eso no me impide establecer prioridades y entender que, en plena pandemia mundial, con decenas de miles de personas perdiendo la vida en nuestro País, la venatoria debe quedar relegada a un segundo, tercer o cuarto plano. Ahora bien, siendo responsable y respetando las medidas sanitarias que se están adoptando desde el Gobierno Central y las CC.AA, también debo reconocer que me falta coherencia en muchas de ellas, especialmente, en las que afectan a las restricciones de movilidad cinegética.
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Caza y confinamiento… Restricciones de movilidad cinegética
Como dijo Jack, vamos por partes…
En función de cada comunidad autónoma hay unas restricciones de movilidad cinegética u otras.
Esto en realidad es lógico, pues cada zona presenta un nivel de infección diferente y por lo tanto, se requieren medidas específicas, ahora bien, ciñéndome a mi provincia (Cantabria), que presenta un ratio de contagios más liviano que por ejemplo Castilla y León, resulta que aquí estamos “arrestados” dentro de nuestro cerco municipal y colindantes, cuando en Castilla pueden moverse entre sus respectivas provincias sin mayor problemática (Al menos, en el momento de escribir este post).
¿Por qué?. ¿Qué sentido tiene?.
Siguiendo con mi tierra y según dicta la norma, puedo desplazarme y por lo tanto cazar, en mi término municipal y en aquellos que resultan limítrofes.
Bien, yo vivo en el municipio de Ribamontán al Monte, que engloba ocho pueblos y pega con Ribamontán al Mar (Otros siete pueblos), Entrambasaguas (7), Hazas de Cesto (3), Bareyo (3), Marina de Cudeyo (8 pueblos), Solórzano (7), y Meruelo (3 pueblos más).
Es decir, puedo hacer tranquilamente los 22 kilómetros que separan Ajo de Hoz de Anero, pero no puedo desplazarme hasta mi coto habitual porque no es aledaño a mi ayuntamiento, aunque la distancia sea menor…
Que alguien me lo explique…
Terrazas, bodas, colegios, velatorios…
Cierto es que la irresponsabilidad de unos no sirve de excusa para vulnerar la nuestra, pero cuesta quedarse en casa y asumir las restricciones de movilidad cinegética cuando ves la actitud de los protagonistas del vídeo viral de Cañadío, en Santander, este fin de semana pasado.
Entre otros…
Pero es que incluso, respetando lo impuesto, resulta cómico que tus hijos vayan al colegio a mezclarse con cientos de niños , que puedas sentarte en una terraza al sol rodeado de mesas mientras tomas un blanco o un vermouth, que puedas acudir a una boda o un velatorio y no puedas moverte a cazar.
Teniendo en cuenta que la caza y especialmente las disciplinas de la menor, discurren en soledad, en entornos al aire libre y con frecuencia, completamente aislados de otras personas, por lo que resulta sencillo mantener la distancia de seguridad y no favorecer nuevos contagios.
¿Es esencial la caza?. ¿Tienen que dejarnos cazar?
¿Pido con esto que nos dejen cazar?. No, la verdad es que no.
Lo que pido es coherencia en las medidas impuestas y si el resultado de esa coherencia nos permite salir al monte, fenomenal y en caso contrario, lo seguiremos acatando como ya estamos haciendo.
Pero qué menos que entender esa lógica que, a día de hoy, me resulta compleja de asumir.
Es posible que en este punto, me preguntes: «¿Álvaro, no has defendido anteriormente que la caza es una actividad esencial?.»
Y no te falta razón, pero permíteme un matiz, pues siempre he alineado la etiqueta de esencialidad a la caza por daños, es decir, al control cinegético sobre aquellas especies que son superpoblación en determinadas zonas.
Por mucho que nos duela a ti y a mí, cazar la perdiz, la sorda, el zorzal o la torcaz no es esencial y como decía al principio del post, en un contexto de mortandad con miles de familias afectadas, ni siquiera es importante.
O al menos, no lo es más que muchos otros sectores económicos que están en plena agonía.
¡Un abrazo y al monte!
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Amante de la caza y la naturaleza, enamorado del setter inglés y sordero empedernido. Entre encinas, robles y hayas disfruto de cada instante que me ofrece el monte, alejándome cada vez más del lamentable postureo cinegético.
Buenas,
Yo no entiendo lo de la caza como actividad esencial únicamente para la caza mayor, eso es hacer de tontos útiles, los cazadores deberíamos estar unidos, los de mayor y menor. Los de la mayor deberían decir que o todos o ninguno, ya esta bien de ser los tontos útiles de la administración, y los de la menor apoyar al resto con sus reivindicaciones. Pero me temo que pasará lo de siempre, mientras a mi me dejen cazar, el vecino que se las apañe.
Por otro lado, la caza menor no será necesaria desde un punto de vista de daños a la agricultura o por temas de seguridad vial, pero es esencial para los pequeños pueblos en donde la principal entrada de dinero al ayuntamiento proviene de la caza menor.
Resumiendo, que no entiendo, y no hablo solo de la caza, que se limite a los ciudadanos en sus actividades sociales y económicas, cuando claramente hay ciertas de estas actividades que para la transmisión del coronavirus no influyen en absoluto. ¿Qué usted quiere pasarse todo el día en el monte buscando setas con su mujer?, adelante…mejor eso que estar dando vueltas en el centro comercial de tu municipio, ¿ir en bici en solitario? ¿correr solo? ¿cazar tu solo? ..la palabra clave es «tú solo» o en compañía de un conviviente…pero bueno, que se puede esperara de una administración que a fecha de hoy esta diciendo que los aerosoles puede que tenga que ver en la transmisión del virus…para mear y no echa gota.. y no nos olvidemos del «hemos derrotado al virus»,
Saludos.